Terapia del Perdón

“La falta de perdón” es clasificada como una enfermedad en algunos libros de medicina. Los doctores aseguran que hace enfermar a la gente; por eso, una nueva “ Terapia del Perdón ” está siendo usada para ayudar a tratar enfermedades como el cáncer. No sustituye a la terapia oncológica, pero si la complementa y refuerza.

Esta terapia, creada por el Dr. Michael Barry, comienza por descartar tres mitos: perdonar no es reconciliar, no exime el mal comportamiento y no detiene la búsqueda de justicia.

Un claro ejemplo de su resultado es Jayne Valseca, quien hoy goza de salud y además ha aprendido a perdonar. En junio de 2007, cuando ella y su esposo Eduardo vivían en México, él fue secuestrado y torturado. Jayne tuvo que negociar su liberación, la cual no ocurrió hasta enero de 2008. Ella describe la odisea en el libro “Tenemos a su marido”.

 

“Yo sabía que el estrés estaba afectando a mi sistema inmunológico”, afirma Jayne. Tras ocho meses, Eduardo fue liberado pero ahora Jayne tenía que luchar por su vida: “Casi no me sorprendió, pero sí me devastó oír que estaba en un estadío cuatro del cáncer de mama”.

Su esposo Eduardo, en cambio, siempre tuvo una actitud positiva: “No puedo hacer nada con mi mente pensando negativamente o pensando en todas las cosas malas que me hicieron”, declara.

INICIO DE LA SENDA DEL PERDÓN

Jayne oró por sanidad, aunque los médicos le dieron una sentencia de muerte: “Recopilé información y en un libro leí del Centro de Tratamientos del Cáncer de América y pensé, wow, esto suena como un lugar fantástico”.

Jayne añadió la Terapia del perdón a su tratamiento de cáncer, con el Dr. Michael Barry, pastor y autor del libro “El Proyecto Perdón”.“Albergar emociones negativas, la ira y el odio, crea un estado de ansiedad crónica. La ansiedad crónica muy probablemente produce exceso de adrenalina y cortisol, que reducen la producción de las células naturales, que son los soldados de su cuerpo en la lucha contra el cáncer”, comenta el Dr Barry.

La investigación de Barry en gente con cáncer mostró que 61% tenía problemas de perdón. Más de la mitad eran graves como el de Jayne. Ella era consumida por el odio contra los secuestradores de su esposo.

EN CUMPLIMIENTO DE LA PALABRA

El camino de Jayne al perdón incluyó escribir una carta a sus enemigos, orar por ellos y buscar empatía con ellos: “Vi a los secuestradores como bebés, y los llevé, uno a uno, a un escenario imaginario que yo creé, pasando por las cosas que probablemente habrían vivido, para llegar a donde llegaron, para hacer lo que lo hacen, y lo que me hicieron a mí y a mi familia. Entonces tuve una sensación de alivio, como si un montón de ladrillos, se quitaran al instante de mis hombros”.

“Cuando alguien perdona de corazón, que es la regla de oro de Mateo 18, encontramos que es capaz de hallar un sentido de paz. A menudo los pacientes se refieren a esto como una sensación de ligereza. No nos damos cuenta la carga de ira y odio que llevamos hasta que la soltamos”, afirma Barry.

LA FALTA DE PERDÓN ENFERMA

En la literatura médica, la falta de perdón es clasificada como una enfermedad, definida como un “proceso que supera las funciones normales”. El cirujano Steven Standiford del Centro de Tratamientos de Cáncer de América lo pone así: la falta de perdón enferma a la gente y los mantiene enfermos.

“Es importante tratar heridas emocionales o trastornos pues pueden impedir la reacción de una persona al tratamiento, incluso socavar la voluntad de seguir el tratamiento”.

Eduardo, Jayne y el doctor Barry compartieron el escenario con el presidente Barack Obama. Ellos fueron homenajeados en el Desayuno de Oración Hispano organizado por el ministerio Esperanza en mayo último, por ser testimonio vivo del poder del perdón.La principal red evangélica hispana de Estados Unidos, concedió el premio Imagen a los esposos García Valseca por ser ejemplos para los latinos al superar un secuestro y el cáncer.