Conocidas también como velas divinas o de ofrendas, ya que simbolizan la potencia de dios sea cual sea la religión o ideología que se profese. Se colocan siempre en la parte posterior del altar donde se realiza la ceremonia y generalmente deben ser velas largas de color blanco.
En algunos altares suelen utilizan dos velas, que representa la unidad femenina y masculina, pero uno puede utilizar una si lo desea, yo personalmente prefiero colocar una solo vela de altar a la divinidad como ser supremo como un todo, colocada en el centro por la parte posterior de su altar. Estas velas deben ser siempre de color blanco y lo más altas y hermosas posible. Si puede conseguirlas, utilice velas de cera de abejas, pues representan a la deidad o dios -cualquiera que sea su religión o filosofía religiosa- y al reino espiritual, que es la esfera con la que está tratando de contactar y obtener un vínculo, sirviendo las velas de altar como «puente» con ese reino, las velas de altar son realmente necesarias y no pueden omitirse.